Torero

Un gran amigo quería quitarse de la cabeza ciertos problemas con su mujer,... al menos durante un rato,... le organice una buena (conoceis el Azucar??), dandole cuartelillo,... este texto me lo envío al día siguiente:

"Solo darte las gracias por el sensacional fin de semana que me has brindado. Por las atenciones y tu esfuerzo por hacerme pasar un buen rato y hacerme olvidar mis películas personales, concediéndome una vez más el valor de tu confianza, llegaste a poner por delante mis intereses y mi satisfacción, a los tuyos. Soy muy consciente y te doy un gracias GIGANTE. Me hiciste sentir BIEN de verdad."

"Ya sabes que soy un cursi camuflado, pero de veras me veo afortunado al sentirme acompañado por alguien como tú en el camino, por lo demás, decirte que me dejaste en el momento preciso el sábado noche".

La técnica de la llamada fue épica. Bordaste un papelón tan verosímil que a punto estuve de ir yo también al hospital... Que actor ha perdido la factoría del cine, Banderas, Bardem, Nicholson, Ford.... Todos leches fritas!!!, apártense pues ha nacido una nueva estrella del firmamento: Feliaq en sus ya legendarios papeles de "Salvad al soldado X" o "Liberad a X"...

...en fin, A la faena le quedaban un par de muletazos una vez dejaste la función de picaor, he de decirte que disfruté a horrores esos últimos pases a golpe de salsa Azucarada.

Con cierta normalidad (mentira pues estaba atacadito) pero sin pausa según me iba arrimando al bello ejemplar, tenía dudas sobre como seguir la faena pues lo veía muy puesto y bien empitonado por ambos lados. Torear en la Monumental tiene sus riesgos y la afición es muy exigente.

Sabíamos que un traspié hubiera supuesto tremenda cogida y no había médico de guardia, pero me armé de valor y no tardé en soltar una chicuelina bordada con espectacular pase de pecho. El tiempo apremiaba y tu sabes que hay una frontera a partir de la cual si no se actúa te acaban tomando por gilipuertas.

La faena iba bien pero no quería oir ningún tercer aviso... Hasta ese momento palmas y el cariño del público que tanto nos quiere. En fin, No espere mucho más a que el toro estuviera cuadrado, sino que fue por sorpresa cuando iniciamos el cambio de tercio al capote.

Tenías que haber estado. La plaza se venía abajo. El público enloqueció. Las mujeres lloraban y los hombres soltaban al viento sus pañuelos blancos. Viva el "Niño del Asucar"!!, se dice oyeron a una apasionada aficionada.

Un público entregado mecía al matador en cada uno de sus empates, que sin apego a su propia vida se batía en duelo sin igual con tan casto animal . Lo va a asfixiar!! Gritó otra aficionada. No puede respirar!! Espetó el guardés de toriles

Tranquilos!!! Grité yo y en un solo ademán mostré a mi oponente el estoque.

Se hizo en un instante el silencio más sepulcral. La suerte de espadas había comenzado. La faena ya se estaba desarrollando en plena caseta (recién estrenada) junto a toriles, el diestro saco el arma de entre el capote y en ese preciso momento el valiente morlaco conoció el destino de su suerte.

Miró a los ojos del matador y se dijo a sí misma, muerta soy de seguro... De aquí ya no escapo.
El indulto ya no era posible y la leyenda de la Negra se volvía a reescribir. De ahí en adelante varios rejones fueron necesarios para reducir al animal que rugió y peleó valiente hasta el final en toda suerte de posiciones.

Bello animal, entregado, poderoso y luchador feroz en cada envite

Faena memorable la de aquella velada para los anales de la historia. Dos orejas y salida por la puerta grande...