El Fotografo

La primera colaboración,... Gatita una de mis lectoras de un hombre libre, gracias!! por leerme, por colaborar.

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Conviví en BCN con un holandés que era el prototipo de mi hombre ideal: alto, rubio, ojos claros,... era joven y el intelecto como que no se valoraba, jajaja. Hacia el final de la relación, mientras le esperaba en un bar veo un hombre sudando la gota gorda.

Cámara de fotos al cuello, mochila con trípode y más material fotográfico a cuestas, un mapa enorme de la ciudad que busca desesperadamente un sitio donde sentarse, se cruzaron las miradas y le sonreí, con lo que se acercó a mi y me preguntó si podría compartir mi mesa.

Accedí y al rato me contó parte de su vida (era fotógrafo y estaba recopilando material para una guía aprovechando que barcelona había sido designada para las olimpiadas del 92). Yo estudiaba Historia del Arte, así que intercambiamos opiniones, y comencé a sugerirle rincones de la ciudad poco conocidos y que merecían la pena.

Apareció mi holandés con unas formas un tanto bruscas y me despedí, pero le di mi número de teléfono, no sé por qué, pero se me ocurrió y se lo di, delante del holandés que se quedó con la boca abierta. Al llegar a casa la bronca fue descomunal y tras una buena discusión, el se marchó ofendidísimo.

La sorpresa llegó mas tarde, me llamó James, el fotógrafo, y quedamos para tomar algo en un bar de la plaza del Sol. Empezamos a dar vueltas por la ciudad y de repenti fuí consciente de que estábamos cogidos de la mano, nos miramos a los ojos y sin decirme nada, me agarró fuertemente por la cintura y me dió el beso más dulce de toda mi vida, lento, suave, tierno,... abrí la boca y ese beso se transformó en un océano de sensaciones. Su lengua, su olor, sus brazos apretándome fuerte, como si en algún momento tuviera pensado salir corriendo, jajaja, nada mas lejos de la realidad, no había otro sitio en el mundo donde hubiera querido estar.

Fue un beso eterno, que me puso la piel de gallina y la líbido a unos niveles insospechados. Me siguió besando en el cuello, y cuando empezó a lamerme los lóbulos de las orejas, cuando notaba la humedad en mi pubis di un paso hacia atrás (era joven y estúpida, ¡comprendelo!) y le solté un discurso infumable de que tenía pareja. Solo dijo: I understand you. Puso un dedo sobre su boca luego sobre la mia y se marchó. Me quedé mirando como se alejaba, me fuí a casa y cuando llegué eché una llorada solo comparable a la de Memorias de África.

Al rato aparece mi holandés y al verme en aquel estado me pide perdón y comienza a mimarme. Yo me dejo hacer, pero solo veo la cara de un fotógrafo canadiense, asi que cuando me besaba, yo lo besaba a el, cuando me hacía gemir, era el quien me poseía... follamos como hacía tiempo que no lo hacíamos, yo con los ojos cerrados, atrapando su imagen y cuando acabamos fue el final de una historia de dos años. No lo habíamos hecho como en los viejos tiempos, yo lo había hecho con James...